Almendros

Poda de almendros

TODO PODA · Especialistas en poda de almendros

La poda de almendros es una práctica esencial para mantener la salud y la productividad de estos árboles frutales. Esta intervención se realiza con el objetivo de dar forma al árbol, controlar su tamaño y mejorar la calidad y cantidad de la cosecha. La poda elimina ramas muertas o enfermas, facilita la penetración de la luz y promueve la circulación del aire, reduciendo así el riesgo de enfermedades.

En los almendros, se practica una poda de formación en sus primeros años para establecer una estructura robusta y equilibrada. Posteriormente, se realizan podas de mantenimiento para eliminar ramas que compiten entre sí y para renovar las partes envejecidas del árbol.

La poda estacional, realizada en el momento adecuado del año, contribuye a equilibrar la carga de frutas y a mejorar la calidad de los almendros. En manos de profesionales, la poda se convierte en una herramienta clave para maximizar el rendimiento y la salud a largo plazo de los almendros, asegurando cosechas consistentes y de alta calidad.

Particularidades del cultivo del almendro

El almendro, un árbol frutal de hoja caduca típico del Mediterráneo, se destaca por su capacidad de adaptación a diversas condiciones edafoclimáticas. Es notablemente resistente, soportando altas temperaturas en verano y fríos intensos en invierno (hasta -5ºC), además de largos períodos de sequía. Sin embargo, estas condiciones extremas pueden afectar su rendimiento. Por lo tanto, una poda profesional, adecuada es esencial para fortalecer su resistencia y mejorar la calidad y cantidad de la producción de almendras.

¿Cómo es aconsejable podar los almendros?

Poda de formación:

  • Primer año: Cuando el almendro alcanza alrededor de 1 metro de altura, inicia la poda de formación. Cortaremos todas las ramas principales a 2 yemas de distancia y el resto a 1 yema.
  • Segundo año: Repetimos el proceso, dejando las ramas principales a 2/3 de su tamaño, eliminando las ramas que crecen hacia el interior y los restos en la base del tronco.
  • Tercer y cuarto año: Continuamos con la operación, dando prioridad a la eliminación de chupones y ramas interiores.

Poda de mantenimiento o fructificación:

A partir del cuarto año, se practica esta poda para dar al árbol buenas ramas secundarias productoras de frutos. Se eliminan chupones, se distribuyen las ramas adecuadamente y se retiran las partes secas o enfermas.

Poda de restauración:

Se realiza en árboles viejos o muy enfermos como último recurso. Es una poda agresiva que implica dejar solo las ramas principales a no más de medio metro de longitud.

Poda del almendro en verde:

Esta excepción se aplica tras la primera poda. Realiza una poda en verde durante el primer verano para eliminar chupones indeseados y ramas mal orientadas.